¿Qué se esconde detrás de la magia del circo?

Generalmente las personas cuando les hablamos de circo, lo primero que se les viene a la mente son golosinas, risas, animales salvajes y diversión. Pero no todos saben lo que ocurre detrás de la magia del circo que es el sufrimiento animal, los cuales están sometidos a todo tipo de maltratos físicos y mentales.

El transporte, por ejemplo, es una de las situaciones más torturadoras para los animales, ya que cada vez que el circo debe trasladarse de un lugar a otro buscando público, los animales deben viajar 48 hrs. aprox. de transcurso en jaulas pequeñas donde no les da el espacio suficiente para moverse, dormir o defecar. Y al momento de llegar a los lugares de destino, no pueden bajarse de inmediato de sus jaulas, por el tráfico vehicular, o porque llegaron muy temprano o muy tarde. También deben sufrir los cambios de temperatura, ya que los circos viajan todo el año, como por ejemplo los tiempos de verano en zonas muy templadas, obligan a los animales a padecer de calores extremos, al igual que en las zonas de temperaturas bajas.

Los animales son forzados a hacer trucos que éstos no están acostumbrados a realizar en su vida salvaje. Estos sucesos antinaturales hacen que estos animales sufran graves heridas mientras practicas estos trucos, como quemaduras o rasguños, ya que los entrenadores recurren a látigos, collares de ahorque, instrumentos para picar eléctricos, ganchos de metal, entre otros. Si observamos con atención a los adiestradores de elefantes nos fijaremos que llevan consigo una herramienta llamada ankus que es una vara de madera con un filoso gancho en la punta y se aplica en zonas mas sensibles de éste animal, como pies, dentro de la boca, bajo el mentón, detrás de orejas y en la cara, generalmente es para golpear al animal.

La vida de estos animales llena de sufrimiento, dolor y frustraciones, los llevan a terminar en graves estados neurológicos y con mucho stress psicológico, donde lo podemos notar en el constante movimiento de los tigres dentro de sus jaulas o en los balanceos de cabeza de los elefantes.

Estos animales de circo no entregan una buena imagen hacia el público que son los niños, ya que los fuerzan a hacer cosas que ellos no hacen en su vida natural si fueran libres, la única realidad que muestran es la crueldad hacia animales desesperados que su único deber es acatar a las normas del circo.

Pero existen circos que son igual de divertidos donde no está permitido el abuso de animales, y entregan un espectáculo lleno de alegría, motivación y entretenimiento, pero por sobre todo sin maltrato animal.